1)Rocío Hidratante. Sostén la botella a 30 cm de tu rostro, cierra tus ojos y atomiza el rocío. Ideal para cualquier momento del día. Un perfecto conector entre los productos de tu rutina facial o después del maquillaje, como un sellador.
2)Crema Equilibrante. Aplica sobre rostro y cuello limpios, para aportar a la piel la hidratación esencial que necesita. Úsala AM y PM para mantener la piel suave y flexible, con un acabado mate.
3)Mousse Cremoso Limpiador. Humedece la piel con agua tibia para abrir los poros. Aplica una pequeña cantidad del Mousse Cremoso Limpiador. Realiza suaves masajes circulares de manera ascendente en el rostro y cuello. Enjuaga con agua tibia. Repite este proceso diariamente y cuida de tu piel con el poder de las plantas.